De acuerdo a una investigación realizada por McKinsey, se espera que para el 2030, entre 400 y 800 millones de personas en el mundo serán desplazadas de sus trabajos debido a la automatización. Los trabajos más afectados serán aquellos cuyas labores sean repetitivas, requieran de poca creatividad y contacto con otras personas.
En México, el panorama tampoco se ve muy alentador, pues de acuerdo a la OCDE, el 50% de la fuerza laboral mexicana no cuenta con las habilidades necesarias para enfrentarse al trabajo altamente digitalizado. Con esto no sólo nos referimos al uso de redes sociales, sino a plataformas que automaticen o administren los flujos de trabajo de las compañías.
Michio Kaku, un destacado físico y autor, menciona que los trabajos del futuro serán aquellos que los robots no podrán realizar, por ejemplo, conectar los puntos, crear valor al cambiar los procesos redundantes, la creatividad y la empatía con las emociones de otras personas.
Ante este panorama, en el que la tecnología está automatizando tareas y abaratando la mano de obra, debemos adaptarnos al cambio y tomar acción con nuestra marca personal.
La marca personal se refiere a la huella que dejamos en los demás. Este concepto aplica a todas las profesiones y oficios: no importa si eres contador, abogado, chef, músico, ingeniero o diseñador. Se recomienda que cada persona gestione de manera adecuada su marca personal para destacar en su ramo.
Todo comunica: desde los memes que subimos hasta los zapatos que nos ponemos. Entonces, en esta era de saturación de contenidos, debemos compartir información que ayude a que nuestra percepción sea positiva hacia los demás, para que de esta forma, podamos atraer a clientes, colegas de otros países y directivos de empresas.
Un buen ejercicio para elaborar nuestra marca personal es cuestionarnos qué es lo que tu público meta quiere. Es muy necesario pensar primero en cómo podemos ayudar a los demás y hasta después, ofrecerles contenidos y soluciones.
Evitemos ser como la gran mayoría de la gente en redes sociales: compartiendo los mismos memes sobre un partido de fútbol, quejándonos de las noticias o del presidente. Al estar publicando ese tipo de cosas podemos dañar nuestra reputación y esto nos puede alejar de personas talentosas que pudieran estar interesadas en nuestros proyectos.
Debemos crear contenido e identidad propia para destacar y así, en un futuro estemos en la mente de las personas con las que nos gustaría trabajar.