Hace 10 años comenzó mi historia en Twitter, en mi primer día de trabajo. Yo era asistente de investigación en una agencia digital en 2009. Mi ex jefa me indicó abrir una cuenta “sólo para ver cómo funcionaba” y, mientras mis compañeros se tuiteaban entre ellos, hablando de comida y temas no muy relevantes, yo pensé que quería crear algo diferente. Definitivamente no iba a publicar en Twitter acerca de temas personales, para eso estaba mi Facebook.
Una de mis labores consistía en apoyar a la creación de un boletín que le enviábamos a los anunciantes para mostrarles cómo estaba creciendo el uso de Internet en México, pues en aquel entonces, sólo el 30% de los mexicanos afirmaba haber utilizado Internet en los últimos 30 días (esa era la definición de “Internauta”). Entonces me asignaban buscar 30 noticias, de las cuales, sólo 5 iban a ser seleccionadas para el boletín. Después de investigar esas noticias, mi jefa me hacía investigar más noticias, pues no le convencían las que había encontrado.
– ¿Qué haré con las noticias que no serán utilizadas para el boletín? Le pregunté a mi ex jefa.
Ella me respondió que las guardara en un Excel. Ese documento no era visto por nadie, ni si quiera por ella. Entonces, desde ahí comencé a publicar en mi Twitter aquellas noticias que, según ella, no eran tan relevantes para su boletín.
Se me hizo un hábito compartir noticias relacionadas a Marketing, Internet, estadísticas sobre los consumidores y tecnología. Comencé a hacerlo “por si a alguien le interesaba” y con el único interés de compartir la información que encontraba pues, muchas veces, utilizo mi Twitter como una biblioteca de curiosidades que me he encontrado a lo largo de mi carrera profesional.
Poco a poco, comencé a crear comunidad con personas de la industria de investigación de mercados, publicidad, Mercadotecnia, ingenieros en computación, científicos de datos, entre otros perfiles muy interesantes. Sentía tanta emoción cuando me seguían directivos y personas encargadas de asociaciones de estas industrias. Comencé a entender cómo funcionaban los hashtags y me “colaba” a eventos mientras yo estaba trabajando desde mi escritorio.
Twitter ha sido una pieza clave en mi formación profesional, pues me ha permitido aprender a distancia y conocer a muchas personas con intereses similares a los míos.
Desde un inicio, no me plantee la necesidad de tener millones de followers, para mi es suficiente que me sigan las personas que están interesadas en mi contenido, en lugar de llenarlo de falsos seguidores. ¡Y vaya que he recibido propuestas para incrementar mi número de seguidores! Pero eso no me interesó, siempre he pensado que las plataformas encontrarán la manera de desenmascarar a los creadores de contenido que sólo quieren utilizar esta métrica de vanidad para presumirle al mundo cuán famosos son en vez de pensar en qué están aportando a los demás.
Por eso, en este artículo, enfatizo sobre la importancia de crear comunidad y olvidarnos de esas métricas de vanidad: los seguidores. ¿En serio creen que con ese número, lograrán la atención, compra y preferencia de sus consumidores? Creo que ya estamos en otros tiempos en donde la tecnología podrá transparentar quiénes son los verdaderos “influencers” para las personas y serán aquellos que piensen en primer lugar en su comunidad.
En una entrevista, hablaba acerca del respeto hacia tu comunidad. Como creador de contenido, no puedes ignorar lo que le haces sentir a tus seguidores: tienes una responsabilidad con ellos, pues, si ellos te siguen, es por algo y si ellos se aburren de tu contenido, buscarán otro creador de contenido con el cual entretenerse.
El respeto a tu comunidad importa también al momento de monetizar tus proyectos. No te vas a poner como “short de boxeador” con muchísimos logos. No señores, esto se trata de consistencia, de compartir algo de valor, de estar presente en el momento adecuado (minimizando las automatizaciones de publicación de contenidos) y lograr una credibilidad en tu audiencia.
Es por esto que abro este canal de comunicación con ustedes para ofrecerles contenido de calidad y generar un diálogo constructivo para todos.